Cuatro de las flores más bonitas de la primavera

Verbena

Esta colorida flor nos deja disfrutar de sus colores desde mayo hasta octubre. Da a relucir tonos muy variados: rojos, blancos, rosas, violetas, azules, … Solo precisa para su cuidado riego abundante y que le dé el sol directamente. La tierra puede ser normal. Con estos cuidados tan básicos nos puede durar años sin reemplazarlas.

El color de la verbena es precioso y todavía resalta más al lado de estas preciosas sandalias.

Geranios

De esta flor tan conocida hablaremos también de sus tonalidades: rojas, blancas, rosas, con distintas graduaciones en su color. Esta florece desde abril hasta bien entrado el otoño. Una tierra de jardín sirve perfectamente y aunque debería estar siempre a pleno sol, suele aguantar un poco de semi-sombra. Requiere agua abundante pero con cuidado de no encharcar. Con estos cuidados, los geranios nos durarán años.

La pureza de los geranios es fascinante casi tanto como la de estos preciosos zapatos.

Nomeolvides

Esta flor de nombre tan peculiar suele encontrarse en tonos azules con distintos grados de intensidad. Uno de los puntos fuertes de esta flor es que no necesita de luz directa para florecer y que, por ello, no es necesario abonarla. Para su cuidado tan solo hay que intentar recrear su situación en los bosques: humedad constante pero sin pasarse.

La flor nomeolvides tiene unos tonos preciosos pero con un lado salvaje, igual que estos botines que la acompañan.

Prímula

Vamos a terminar este post con una flor digna de la primavera, las prímulas. Estas florecen con colores muy vivos: blanco, rojo, violeta, lila, azul, … Con un riego moderado sobra para dar cuidado a estas plantas y nos dará un jardín muy colorido.

Y es que las prímulas brillan con luz propia igual que tu con estos zapatos de tacón.